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Mostrando entradas de 2014

Ocurrencias navideñas

Me encantan las divertidas ocurrencias que tienen los niños a estas edades. Mi hijo no es una excepción y las salidas que tiene darían para llenar un libro, si me acordara de escribirlas todas. La Navidad está dando mucho juego, porque le vamos explicando las cosas y él las entiende a su manera . Cree que la Navidad son las luces de la calle y del árbol y cada vez que ve encenderse las lucecitas dice: "Mira, mamá, la Navidad".

Actividades navideñas con niños en Madrid

Buscar actividades para hacer con los niños se convirtió hace unos días en una de las prioridades. Veinte días de vacaciones escolares son muchos días, como bien sabemos los padres. Y mis hijos, al igual que la mayoría de los niños, necesitan calle. Tengo el problema que mis hijos son muy pequeños. Actividades para niños de 6 ó 9 años encuentro montones, pero con un niño de dos años y medio y un bebé de 8 meses, la cosa se complica. Por suerte, siempre hay recursos (por lo menos en mi ciudad) para no tener que ir sólo de casa al parque. Os propongo unas cuantas ideas y son bienvenidas todas las que se os ocurran.

Miércoles Mudo: ¡Feliz Navidad!

Mis Tag Suggestions (navideños)

Regina Ros, de Mamá Blogger  me ha propuesto para el Tag Suggestions y desde aquí quiero agradecerle que se acordara de mí para hacer este post que permite que conozcáis un poco mejor mis gustos. Me ha sido difícil escoger una sola cosa por categoría, pero me he esforzado y he aprovechado las fechas en las que estamos para adaptar mis propuestas a la Navidad.

Miércoles Mudo: Madrid, diciembre, 9ºC

Un año difícil

Me pongo en la piel de mi hijo mayor y, la verdad, es que no ha tenido un año fácil. Los dos años son complicados de por sí y hay que sumar un cierto número de acontecimientos que lo han agravado. Así, ha dejado el pañal , ha empezado el cole (aunque eso entra en el lado de las cosas buenas, que también ha tenido muchas, porque le gusta a rabiar el cole, los niños, la profe, las actividades...) e incluso ha visto como un árbol enorme destrozaba su querido  coche (de su padre, en realidad, pero él le quería como si fuera un miembro más de la familia). Pero, sin duda, lo más duro de todo ha sido tener un hermanito . Siempre es difícil, pero en su caso ha sido aún peor debido a la forma en que nació .

Libros para regalar estas Navidades (II): Literatura infantil y juvenil

Hace unos días os recomendaba una serie de libros para regalar (o leer), que podéis recordar aquí. Hoy traigo una nueva lista, esta vez dirigido a los niños. He escogido un libro por cada tramo de edad, aunque me ha costado mucho la selección, porque hay tantos para elegir que lo mismo hago otro post más adelante con nuevas recomendaciones.  

Mi primer Miércoles Mudo: Mis niños en el árbol

Libros para regalar estas Navidades (I)

Ya están aquí las Navidades y en los blogs empiezan a proliferar listas de todo tipo: ideas para decorar, ideas para regalar, menús… A mí me encantan este tipo de posts, así que me uno a ellos con una de las cosas que más me gustan: los libros. Aprovecho para recomendaros unos cuantos libros para regalar… o para leerlos vosotros, lo que prefiráis. Algunos de los libros de esta lista los he leído y me han gustado tanto que quiero recomendarlos, pero otros aún los tengo en la lista de lecturas pendientes y forman parte de mi propia carta de los Reyes Magos.

50 cosas sobre mí

Hace tiempo que tenía pendiente este post, y sumarme así a la iniciativa que ya han llevado a cabo un montón de blogs, para que podáis conocerme mejor. Creí que sería muy difícil, pero han ido saliendo casi del tirón (y me he dejado alguna en el tintero). Allá van:  

Una cocinita para el chef más creativo

Ya he comentado en alguna ocasión que a mi hijo mayor le encanta la cocina.   Le gusta cocinar conmigo, ver programas de cocina, jugar con los cacharritos... Si ve que me dirijo a la cocina, sale disparado detrás de mí, gritando "quiero cocinar, quiero cocinar". Coge su taburete , se sube a él y le dejo enredar con los ingredientes, siempre después de lavarse las manos. Claro que se come la mitad. Le da igual si es el chorizo de las lentejas, la bechamel de las croquetas, cebolla cruda (lo juro), pimiento rojo recién picado o el limón del pollo (sí, sí, a mi hijo le encanta el limón y no sólo para echarle un chorrito al pescado, sino que lo chupa encantado y se lo come a mordiscos). Todo se lo zampa.

Virus, virus, virus

Nada, que me ingresan en un psiquiátrico. Ya lo voy avisando. Y es que este trimestre no levantamos cabeza. Desde que el mayor empezó el cole, no falla, cada 15 días un virus nuevo. Él, que no se ponía malo jamás, ahora es adicto al Apiretal. Además, estoy en un sinvivir, pensando que se lo va a contagiar al bebé. Total, que cuando está malo, me paso el día persiguiéndole para que no besuquee al hermanito y se lave las manos cada dos por tres antes de tocarle. El bebé ha salido duro, porque ha ido sorteando los virus que ha traído su hermano, no como sus sufridos padres, que los hemos pillado todos. Y, además, son virus anti-adultos. A mi hijo le dura la enfermedad dos días y yo tardo dos semanas en quitármela e encima. Pasa lo que pasa: que se me junta con el siguiente virus que tan generosamente mi hijo comparte con nosotros. Eso y que no hay fin de semana que tengamos plan que se vaya al traste, ya sea ir a la sierra, a una casa rural con amigos, una comida familiar o un cumpleaño

Bizcocho de chocolate

Hoy traigo una receta fácil y rica. Qué digo rica, para los golosos, riquísima.  Fijaos si estará bueno, que saqué el bizcocho del horno, me bajé a hacer unos recados con idea de sacarle fotos luego para el post y cuando regresé mi marido y mis suegros que habían aparecido de visita se habían zampado la mitad, así que me quedé sin foto bonita del bizcocho entero. Y fácil, fácil, que hago este bizcocho de chocolate con mi hijo de dos años . Preparo todos los ingredientes y él los va echando en el bol en el orden que le indico. También me ayuda a batir con las varillas. Un pequeño Arguiñano. Lo gracioso de todo esto es que a mi hijo le encanta preparar bizcochos, pero luego no se los come. Misterios de la infancia.

“Lady Susan”, de Jane Austen

Últimamente parece que todas las novelas que leo tienen como protagonista a la anti-heroína, es decir, a la mala de la trama. Me sucedió, tal como comenté en otro post, con Las dos señoras Grenville , de Dominick Dunne, y ahora con Lady Susan , de Jane Austen. La verdad es que los malos siempre me parecen la parte más interesante de la historia, porque sin ellos no habría relato, así que no está mal cederles de vez en cuando el protagonismo absoluto.

¡Lo logramos juntos!: Empezar la lactancia

Con este post quiero sumarme a la iniciativa del blog Mamá&nené, que propuso que contáramos una historia sobre algún logro especial que conseguimos junto con nuestros bebés. Llevo días dándole vueltas a qué momento elegir. Con mi hijo mayor tengo muchos, claro. ¡Hemos logrado tantas cosas en estos dos años y medio! Pero al final he optado por una experiencia que viví con mi hijo pequeño y, aunque lo he comentado de pasada aquí, esta vez lo haré con mayor profundidad, porque entonces me referí a cómo dejó mi hijo el biberón, pero hoy voy a relatar cómo fue el inicio de la lactancia materna.

Handwriting tag

Tenía pendiente esta entrada desde hace semanas, cuando Krika , que siempre se acuerda de mí, me invitó desde su blog a sumarme a esta preciosa iniciativa creada por Zena , que nos permite conocernos un poco más. Nuestra letra dice mucho de nosotros y, en esta época en la que el teclado todo lo invade, me encanta esta campaña que nos pide recuperar la escritura manual. Aunque debo confesar que yo nunca he dejado de escribir a mano. Tanto por mi profesión como por mi vuelta a la Universidad, en mi bolso siempre hay cuaderno y bolígrafo. Aún así, he tenido que esforzarme en hacer mi letra legible, porque con el tiempo y las prisas se me ha ido deformando.

Día Mundial del Niño Prematuro

Hoy tenía pensado escribir sobre la novela de Jane Austen que me he leído este fin de semana, pero lo dejaré para otro día, porque al encender el ordenador, me he encontrado que el blog Y, además, mamá ha publicado un precioso post  sobre el Día de los Bebés Prematuros. No tenía ni idea que la OMS y otros organismos internacionales habían instaurado que hoy, 17 de noviembre, recordásemos a esos peques que, por una razón u otra, llegan antes de tiempo. Teniendo en cuenta lo que hemos pasado este año, he aparcado a Jane Austen para sumarme a esta campaña.

Un país que no protege a las familias

Leo hoy en abc.es una noticia que no me sorprende en absoluto, porque no cuenta nada nuevo. Porque por todos es sabido que en España la tasa de natalidad es alarmantemente baja y no ayuda la falta de prestaciones sociales ni la dificultad para conciliar la vida familiar y laboral . Sabemos que, en comparación con el resto de Europa estamos a la cola en todos estos temas. Sabemos que nuestras empresas no facilitan la flexibilidad horaria. Que en muchas oficinas es más importante que parezca que trabajas, quedándote tres horas más de lo que corresponde, a que cumplas con todas tus tareas en tus horas de trabajo y te vayas a la hora que te toca. Sabemos que los horarios laborales nada tienen que ver con los escolares. Sabemos que tenemos unos horarios irracionales porque Spain is different y, claro, necesitamos dos horas para comer, cerrar las tiendas a las nueve de la noche y que el prime time comience a las diez y media de la noche... o incluso un poco más tarde.

“Las dos señoras Grenville”, de Dominick Dunne

Todos los pequeños ratos libres que he tenido este fin de semana, los he pasado leyendo Las dos señoras Grenville , escrita en 1985 por Dominick Dunne y que ahora recupera Libros del Asteroide , una de mis editoriales favoritas, cuyos libros ya he recomendado en algún otro post .

Al teatro

El martes las profesoras se llevaron a los chiquitines de 2 y 3 años al teatro a ver una obra para bebés. Era su primera salida escolar y los días previos hubo mucho revuelo. Como el bebé estaba malito, mi suegra me hizo el favor de acercar al mayor al cole y volvió contando que aquello era un caos de padres, pero que los niños iban de lo más formalito, organizándose para subirse al autocar que les iba a llevar al teatro.

La alimentación complementaria: principios básicos y tabla de introducción

Como estoy inmersa en esto de la alimentación complementaria, he pensado escribir un post que ayude a las madres primerizas cuando llegan a la etapa de ofrecer los primeros sólidos a sus bebés. Lo primero que quiero indicar es que obviamente yo no soy pediatra, así que recomiendo hablar primero con vuestro médico sobre este proceso. Pero a lo mejor a alguna madre le pasa lo mismo que a mí, que siempre me he encontrado pediatras un poco laxas en esto de la alimentación, que no dan demasiadas pautas y que te dicen que el orden de introducción de los alimentos da igual, que con excepción del huevo y del pescado, a partir de los seis meses pueden comer de todo. Pero tengo amigas que sus pediatras se lo han dado todo pautado. Así que, al final, entre las recomendaciones de unos y otros y lo que he ido encontrando en páginas que considero fiables, pues me he hecho mi propia guía y una tabla de introducción de alimentos, que aquí os dejo.

Pruebas médicas

Andamos liados con revisiones médicas del bebé. Después de todo lo que hemos pasado aún me pongo nerviosa. Esta mañana, la prueba del oído. Estaba viendo los gráficos durante la hora que dura la prueba y ya sabía que algo no andaba bien.

Primera reunión de padres

Ayer tuve la primera reunión de padres del curso. Algunas cosas de las que nos informaron ya las sabía, porque todos los días al recoger a mi hijo la profesora dedica un minutito a cada padre para comentarnos lo que han hecho, pero no con tanta profundidad, claro. Me han encantado todos los proyectos que van a hacer y, como es Infantil, pues a los padres nos toca también participar en ellos

¿Por qué pega mi hijo? ¿Cómo lo evito?

Mi hijo mayor nunca ha sido pegón. Llegó a los dos años sin haberle levantado la mano a otro niño y menos aún a un adulto. Pero en los últimos dos meses ha cogido carrerilla y va en aumento. Nos pega a todos: a sus padres, abuelos, al bebé... Con lo del bebé, estoy fatal. Cada vez que me doy la vuelta está encima de él. Unas veces para darle besitos. Oooooh, qué mono. Pues sí, pero le aplasta. Generalmente aprovecha para ser cariñoso cuando está tumbado en la cama, en su mantita o echado en su hamaquita (qué buen invento, por cierto) y prácticamente se tumba encima de él para achucharle. Y otras veces es para pegarle. Le muerde la mano, le da una bofetada, le aprieta fuerte fuerte el pie, le golpea en la cabeza... Y yo, como es natural, temblando, porque me da miedo que cualquier día le haga daño de verdad.

15 lecturas imprescindibles (para mí)

En algunos de los blogs sobre Literatura que sigo, están haciendo listas de sus libros favoritos (el último que he leído es del blog  En busca de Mr. Darcy ). Me ha gustado la idea, porque sirve para conocer un poco mejor al autor del blog y, al mismo tiempo, puede dar ideas de lecturas a sus seguidores. Así que yo también quiero hacer mi lista. Claro que tengo demasiados libros favoritos, pero voy a intentar escoger quince títulos que han tenido gran significado para mí (iban a ser diez, pero se me quedaba corta la lista).

Dos horas caóticas

Yo no sé si es que me organizo fatal o en todas las casas pasará lo mismo. Pero el principio del día es un caos absoluto. Desde que me levanto hasta que salgo de casa en dirección al colegio son casi dos horas de locura.

Mi primera tarta de manzana

  Hace un par de semanas mi marido llegó de la oficina arrastrando un saco grande de manzanas reineta, que no sé ni cómo pudo cargar con él por la calle, que le había regalado un cliente. Total, que tenemos manzanas para aburrir y eso que he repartido bastantes. Ya he cocinado con las manzanas un pollo, un bizcocho y una compota. Este fin de semana me he lanzado y he hecho por primera vez una tarta y, la verdad, me ha quedado riquísima, así que he decidido colgar la receta por si alguno os animáis a hacerla. Pensaba que sería muy difícil (sobre todo la crema pastelera), pero en realidad ha sido bastante sencillo y ya no queda ni un trocito.

Adiós al biberón

Cada niño es diferente y tiene su propio ritmo. Es una frase que he leído y oído cientos de veces, pero que ahora mismo estoy experimentando en mi casa. Mi marido y yo somos los mismos, pero la crianza de nuestros hijos está teniendo bastantes diferencias. Ya su llegada al mundo fue distinta: mi hijo mayor nació a término de parto natural, mientras que el pequeño fue prematuro y tuvieron que hacerme una cesárea de urgencia. Eso lo ha marcado todo. Al mayor nada más nacer le cogí en brazos y empezó a mamar de inmediato y aquella misma noche durmió conmigo en la cama del hospital. Al pequeño tardé 36 horas en verle, diez días en poder cogerle en brazos, un mes en colocármelo al pecho y un mes y medio en dormir con él por primera vez. Todo diferente.

Premio DARDOS: ¡Mi primer premio como bloguera!

Hace días que tengo este post pendiente y no ha sido por falta de ganas, sino de tiempo. He sido nominada al Premio DARDOS y me ha hecho muchísima ilusión, sobre todo porque hace tan sólo unos meses que estrené blog.

Miedos de una madre

“Mi mujer está loca”. Esto es lo que piensa mi marido cuando me sale el instinto sobreprotector que llevo dentro y que él es incapaz de compartir.   Debo reconocer que soy algo miedosa ya de por sí. Intento disimularlo, pero, vamos, que si puedo procuro no acercarme a los precipicios por muy bonitas que sean las vistas, espero a que el semáforo se ponga en verde para cruzar, llamo a mi marido si veo una cucaracha y no veo películas de terror. Qué se le va a hacer. Me gustaría ser más valiente para ciertas cosas. Para otras en cambio creo que tengo mucha valentía. Y si no pregunten a cualquier madre que haya pasado mes y medio en la UCI con su bebé.

Más feliz que una perdiz

Mi marido ha estrenado coche. Bueno, es uno de segunda mano, pero está tan bien cuidado que casi casi parece que acaba de salir del concesionario. Y está como un niño con zapatos nuevos: nervioso, alegre y con ganas de llevarlos puestos todo el rato. Bueno, en este caso, de conducirlo todo el rato.

Días difíciles

Unos días espantosos. El mayor nos ha traído un virus potente del cole, que nos ha tumbado a todos menos, afortunadamente, al bebé. Fiebre, mocos, toses, dolor de cabeza, de garganta, de cuerpo... Y cansancio, mucho cansancio... Lo tenemos todo. Yo no puedo hablar prácticamente, lo que dificulta la tarea enormemente. Estamos todos nerviosos y de mal humor. Y el mayor, superado su día de fiebre, que le dejó hecho un saquito, está inaguantable. Qué feo es decir eso de un hijo, lo sé.

La mochila portabebés (II): mi opinión sobre la Manduca y la Caboo

Como prometí en un post anterior  sobre algunas de mis experiencias porteando, hoy voy a hablar sobre las marcas de mochilas que he utilizado por si algún padre busca información y le es de utilidad mi opinión. Antes de quedarme embarazada, nunca había pensado en portear. Ya comenté que en mi entorno no es muy habitual este sistema de transporte de bebés, así que ni se me habría ocurrido. Pero en las clases postparto, la matrona habló con mucho entusiasmo sobre el tema y nos facilitó mucha información sobre los beneficios para el bebé

La dama de provincias prospera, de E.M. Delafield

Este fin de semana he terminado de leer esta divertidísima novela, segunda parte del Diario de una dama de provincias , que tanto me gustó cuando lo leí este invierno. No tengo suficiente agradecimiento hacia la editorial  Libros del Asteroide y a la traductora Patricia Antón por recuperar estas pequeñas obras maestras de la literatura inglesa. La autora comenzó a publicar las divertidas peripecias de esta dama -un tanto autobiográficas- en 1929 en una revista semanal, la feminista Time and Tide, y al año siguiente apareció el primero de los libros. El que acabo de terminar data de 1932, pero el sentido del humor no envejece y no sólo ha resistido el paso de los años, sino que resulta difícil ahogar las carcajadas.

La mochila portabebés (I): algunas experiencias

Una de mis blogeras favoritas,  Krika , escribió el mes pasado un interesante post sobre las  mochilas portabebés  con la idea de ayudar a otras mamás que busquen información sobre el tema. Me pareció en su momento una gran idea y yo también quiero colaborar contando mi experiencia.

¡Árbol va!

Pensaba abrir este post comentando la operación de mi padre, que me ha tenido apartada de la vida virtual. Como ya está en casa y recuperándose bien y como desde que nació el bebé no me gusta nada hablar de hospitales y enfermedades, pues lo dejo aquí. Iba a dedicar este post al primer día de guarde de mi hijo mayor. Hablar de la ilusión de comprar la mochila y el babi, lo mucho que me gusta el centro, lo estupenda que parece su profesora y, sobre todo, de la emoción de ese primer día

Lo que dice mi hijo

Los dos años son una edad fantástica. Sé que tienen esas rabietas espantosas, se creen el ombligo del universo, están siempre poniendo a prueba los límites, se empeñan en subrayar su independencia a todas horas y compartir sus propiedades es algo que no entra en la ecuación. He leído en algún lugar que esta etapa no es más que la versión infantil de la adolescencia, sólo que sin espinillas ni botellón. Pues a pesar de todo eso, me encanta esta fase.

Agotada pero orgullosa

La Operación Quitar el Pañal del mayor y el inicio de los cereales del bebé me tienen absorbido el tiempo. El cuarto de baño se ha convertido en el nuevo cuarto de juegos, lleno de libros y juguetes, y me paso el día lavando baberos y calzonzillos. Pero el trabajo empieza a dar sus frutos: ambos comienzan a acostumbrarse a sus nuevas rutinas

Primer día sin pañal: la jornada más larga

Pues sí. Ha sido un día muy laaaaaaargo. Teníamos que haber quitado el pañal al mayor a principios de verano, pero, como acababa de tener un hermanito, decidimos posponerlo un poco para que no hubiera tantos cambios de golpe. Luego vinieron las vacaciones y, claro, no era cosa de empezar en otra casa y con otras rutinas. Y volvimos de las vacaciones. Reconozco que estaba aterrada con empezar a quitar el pañal y lo he ido retrasando: un día a comprar el orinal, otra los calzoncillos, mucha charla con el niño sobre el nuevo proceso... Y ya hoy he visto que no podía seguir posponiéndolo, así que antes del desayuno le he puesto sus primeros calzoncillos.

¿Le doy ya al bebé cereales?

En la última revisión la pediatra me recomendó empezar ya con los cereales. Me parece un poco temprano, ya que tiene cuatro meses, pero, como el bebé ha sido prematuro, supongo que el protocolo será correcto. Pero el pequeño no parece estar de acuerdo.  Lo intenté antes del puente, pero la tetina, indicada para seis meses, daba un flujo excesivo. En el pueblo he comprado una específica para cuatro meses, pero tampoco sirve. El bebé llora desesperado, lo escupe, se atraganta... un número.  Y yo, sufriendo y nerviosa.

Dar el pecho en un rooftop de Manhattan

Volver a casa ha supuesto la vuelta a muchas rutinas, pero aún parece que estamos de vacaciones. Nuestros horarios siguen un tanto descontrolados y seguimos acostándonos tarde: una visita a mis padres que se alarga más de la cuenta, una cena en casa con unos amigos que se van de vacaciones... Cada día un pequeño extra que no hacemos habitualmente entre semana. Pero bastante tenemos con el regreso de mi marido al trabajo, el calor, la montaña de ropa para lavar y planchar, hacer una gran compra porque se quedó la nevera vacía... Además, yo continúo con los extraños horarios propios de cualquier madre con un bebé lactante

Ayer sin internet, hoy sin playa

Más de una semana sin escribir, pero esta vez no ha sido culpa de mi inconstancia. Simplemente me quedé sin internet. Parece increíble poder sobrevivir sin conexión durante una semana, pero resulta que, ¿adivinan?, se puede. Resulta que aún es posible vivir sin consultar el periódico online, sin leer los posts de tus bloggers favoritos y sin escribir en el tuyo. Resulta que aún es posible vivir sin facebookear  y sin twittear, sin ver videos en youtube, sin consultar el correo, sin buscar una receta en la red, sin googlear  cualquier duda que se nos presente... En fin, para lo que cada uno utilice internet.

Manda huevos

Imagínense la escena. Una playa del Mediterráneo atestada de bañistas, la mayoría familias con niños y personas mayores. En la orilla chapotea un niño de dos años, muy mono y con cara de no haber roto un plato en su vida. Y, de repente, el niño empieza a gritar "¡se me han roto los huevos, se me han roto los huevos!" Sí, es mi hijo. Sí, yo soy la mujer que le persigue, colorada como un tomate, chistándole para que baje la voz. Y así llevamos todas las vacaciones.

"Las tres bodas de Manolita", de Almudena Grandes

Celos que quitan el hambre

El mayor empieza a comer de nuevo. Siempre ha comido estupendamente (aunque algo remolón para la fruta), pero desde que el bebé llegó a casa se ha vuelto muy difícil conseguir que haga una comida completa.

Día de viento

Hoy el viento lo ha estropeado todo. Ha echado a perder el día de playa y se nos ha debido meter dentro del cuerpo, porque nos ha sacudido el humor a todos. Yo he estado todo el día nerviosa e irascible, mi marido de mal humor, el mayor insoportable y el bebé lloroso. Total, que ha sido un desastre.

¿Vacaciones o mudanza?

Viajar con niños supone trasladar tu casa a un nuevo domicilio. Miro a mi alrededor y el apartamento en la playa de mis suegros se ha convertido en una réplica de nuestro salón. El coche vino cargado hasta los topes: dos carritos (el capazo del bebé y la sillita del mayor), dos cunas de viaje con sus respectivos colchones y juegos de sábanas

Comienzan las vacaciones

Diez días sin escribir no es un buen comienzo para un diario, pero ya anticipo que la constancia no es uno de mis puntos fuertes. Es uno de los aspectos que quisiera corregir, pero mientras tanto me excusaré con el inicio de las vacaciones, que ha trastocado todas las rutinas.

Al parque

Mientras acostaba al bebé para su siesta de media mañana, he oído cerrarse de golpe la puerta de la calle. He salido disparada y al abrir me he encontrado en el descansillo a mi hijo mayor, que hacía dos segundos estaba al pie de la cuna viendo como acostaba a su hermano.   - Me voy al parque - ha dicho muy serio con su media lengua de dos años de edad.